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Villa Soldati: Con masacres, cerco militar y la trampa de las negociaciones desalojaron el Parque Indoamericano.

No le fue fácil al gobierno nacional de la Kirchner y al jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Macri, conquistar su objetivo de que los combativos obreros de Soldati abandonen el predio. Los trabajadores resistieron heroicamente tres días de sangrienta represión. Pusieron sus muertos y heridos para defender las tierras que estaban legítimamente bajo su control.

Lo que la burguesía no pudo conquistar –el desalojo del predio- mandando a masacrar con la Policía Federal, la Metropolitana y las bandas fascistas, ante la heroica resistencia de los obreros de Soldati, lo impuso desplegando un cerco que iba desde los gobiernos bolivarianos de Evo Morales de Bolivia y Lugo de Paraguay, pasando por la gendarmería enviada por la Kirchner y que llegaba a las direcciones reformistas que llevaron a los obreros a confiar en el supuesto gobierno “democrático” de la Kirchner y sus instituciones.

Los esclavistas durante tres días desplegaron a miles de hombres de las fuerzas represivas para cercar a los trabajadores, intentar quebrarlos por hambre y que acepten en las negociaciones la rendición; todo esto lo hacían bajo la amenaza latente de las bandas fascistas que merodeaban las cercanías del Parque apaleando a cuanto obrero boliviano y paraguayo se les cruzara por el camino.
Tres días, ¡sí!, tres días, esa basura de la Kirchner, a la cual Hebe de Bonafini la bendice con los “derechos humanos”, impidió que salga y entre gente del predio. Los obreros no podían ir a trabajar; el agua y los alimentos escaseaban completamente; y no había medicamentos, pañales, ni leche para los bebes y los más chicos. Transformaron al predio en un campo de concentración a cielo abierto, como en el que viven las masas de Gaza en la Palestina martirizada.
Mientras desde Bolivia, Evo Morales, tratando como “delincuentes” a los obreros de Soldati, declaraba ante la prensa de que “si quieren tierras, que vuelvan a Bolivia”. Al mismo tiempo, la burocracia de Montes que comanda la Central Obrera Boliviana (COB) se negaba a llamar a un paro nacional para frenar la represión y centralizar la lucha contra la patronal “bolivariana”, tanto en Argentina como en Bolivia, por tierra y vivienda.

Con este cerco montado desde Argentina y Bolivia, contra los obreros de Soldati, más los aprietes de los Consulados contra los obreros inmigrantes; los punteros kirchneristas y la burocracia piquetera desde adentro de la toma misma tuvieron vía libre para proclamar la “promesa” de un futuro plan de viviendas. Bajo este engaño, que solo será solución para unos pocos, impusieron el desalojo de las cientos de familias obreras en lucha.
El plan ofrecido por el gobierno fue una estafa. Dicen que entregaran subsidios por $600 a los trabajadores de Soldati para que “alquilen una vivienda por los próximos diez meses, mientras se proyecta el plan de viviendas, a condición de que no ocupen una sola tierra”. ¡Cínicos! ¡A los parásitos del FMI, el Club de Paris, del Banco Mundial y a los monopolios imperialistas le entregan miles de millones de dólares y las riquezas de la nación, y a los obreros que luchamos por lo que es nuestro no chantajean con migajas para que no sigamos luchando! ¡Que alquilen y vivan la Kirchner, Macri, Duhalde, Cobos y la Carrió con $600!

Lamentablemente, las corrientes de la izquierda reformista jamás llamaron a que toda la vanguardia combativa y los sectores en lucha envíen sus delegados al Indoamericano para fortalecer el comité de autodefensa, reagrupar las filas obreras, centralizar la lucha por vivienda, salario y trabajo bajo convenio para todos y exigir que la COB llame al paro en Bolivia y envié sus delegados a Villa Soldati. El PO y el PCR/CCC participaron de las negociaciones con el gobierno de la Kirchner y Macri en la casa Rosada. El PTS, mientras los obreros en el Indoamericano resistían la feroz represión y velaban a sus muertos, se dedicó durante toda esa semana a realizar su “Encuentro” del “Sindicalismo de base”. De esta forma a los obreros de Soldati no les quedó otra que aceptar las migajas que promete el Gobierno de la Kirchner y Macri.

 

 

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